La
mayoría de lesiones cervicales se producen como consecuencia de un
traumatismo derivado de un accidente de circulación, siendo las más
habituales las lesiones consecuencia de colisiones por alcance (golpes
traseros) o a causa de fuertes impactos, y que se producen normalmente
cuando el vehículo de delante está detenido en una señal de stop, ceda
el paso o semáforo y el vehículo que circula detrás no frena con
suficiente antelación e impacta en la parte trasera del vehículo
delantero. En estas circunstancias, los lesionades por un accidente de
tráfico tienen derecho a una indemnización económica con cargo al
responsable del accidente. Máxima Indemnización
es una empresa especializada en este tipo de reclamaciones de
indeminizaciones. Si usted ha tenido un accidente de tráfico de estas
características precisará los servicios de Máxima Indemnización que
se encargará de todo lo relacionado con su accidente de circulación. En
Máxima Indemnización encontrará profesionales (abogados, médicos
especialistas, etc..) de primera línea que lo asesorarán en estas
materias.
El latigazo cervical
Tras
un accidente de Circulación, la dolencia más habitual que sufre el
accidentado es la Cervicalgia (o dolor cervical). Este traumatismo, que
se pude producir con o sin lesiones oseas agudas (loas) y se produce
como consecuencia de un brusco movimiento de la cabeza en forma de
latigazo hacia delante seguido de otro hacia detrás en forma de péndulo.
La contracción muscular que se produce en la musculatura paracervical
produce unas microlesiones musculares que pueden llegar a ser muy
dolorosas, con fuertes pinchazos, sensación de vértigo, náuseas, y
molestias en toda la estructura muscular cervical.
El dolor cervical (cervicalgia)
en un dolor que se manifiesta principalmente en la zona cervical.
Abarca desde un leve malestar hasta un fuerte e intenso dolor en cuello
que se extiende por la estructura muscular de la espalda y brazos. La
cervicalgia puede ser debido a una lesión, a un problema muscular o
mecánico, a un pinzamiento nervioso causado por la protrusión de uno de
los discos situados entre las vértebras o debido a una cervicoartrosis.
Si el dolor es agudo -repentino e intenso- se denomina cervicalgia
aguda, síndrome facetario, reumatismo muscular o simplemente dolor
cervical agudo. Si el dolor dura más de tres meses, se denomina "dolor
cervical crónico". El dolor cervical es cuadro muy común que se da con
más frecuencia en mujeres que en hombres. La mayoría de las personas
tendrán dolor cervical en algún momento de su vida. En personas sin
dolencias cervicales previas, acostumbra a manifestarse como
consecuencia de un brusco movimiento de la zona cervical durante un
accidente de circulación.
Algunas causas pueden ser:
Hay
varias teorías respecto al por qué tanta gente padece cervicalgia, pero
no están probadas de forma científica. En la mayoría de los casos, no
se puede encontrar una causa específica del dolor. Sin embargo, en
algunos casos es posible hacer un diagnóstico preciso. El problema
subyacente puede ser una hernia discal, huesos frágiles (osteoporosis), deformidad de la curva natural de la columna (escoliosis)
y más raramente, daño estructural causado por tumores o infecciones.
Finalmente, los accidentes de tráfico incluyendo el "latigazo cervical"
pueden provocar dolor cervical agudo o crónico, requiriendo en ocasiones
varios meses para curarse.
Traumatismos o lesiones.
Enfermedades de la columna vertebral cervical (hernia discal, artrosis cervical, espondilitis, etc.)
Estrés y preocupaciones.
Quedarse dormido en una mala postura.
Uso prolongado del ordenador.
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Dolor
generalizado en el área cervical así como rigidez en los músculos del
cuello. El dolor puede irradiarse hacia abajo, hacia los hombros o entre
las escápulas (omóplatos). También puede irradiarse hacia un brazo, la
mano, o hacia arriba, hacia la cabeza, causar una cefalea unilateral o
bilateral. Los músculos del cuello están tensos, doloridos y duros al
tacto. El dolor agudo puede provocar una postura anormal del cuello en
la que la cabeza está desviada hacia un lado, lo cual se llama
tortícolis. El dolor en la base del cráneo puede acompañarse de una
sensación de debilidad en los hombros y manos. Puede existir además una
sensación de hormigueo en los brazos y dedos. Signos de alarma asociados
al dolor cervical
En
algunos casos, el dolor cervical puede ser un síntoma de meningitis.
Por tanto, si alguno de los síntomas descritos a continuación se asocia
al dolor cervical, acuda al servicio de Urgencias más cercano. El dolor
cervical también puede ser un síntoma de una lesión craneal o de un
problema de los discos intervertebrales. Si alguno de los siguientes
síntomas acompañan al dolor cervical, busque atención médica urgente:
Aparece un sarpullido que no desaparece cuando se presiona con el dedo.
El paciente tiene mal estado general o fiebre además del dolor cervical.
Duele
tanto flexionar el cuello hacia delante que es imposible para el
paciente el tocar con la barbilla en el pecho. La luz molesta en los
ojos.
El dolor cervical se acompaña de una cefalea intensa o vómitos continuos y violentos. La cervicalgia se acompaña de dolor intenso en la espalda.
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Sea lo más activo posible. Intente ir a trabajar y mantener sus actividades diarias normales, el reposo en cama no es necesario.
Si se le da un collarín, no intente usarlo más de uno o dos días.
Recuerde
que el dolor cervical rara vez está originado por un problema de salud
serio y la mayor parte de las veces desaparecerá en una semana.
Si
ha tenido dolores en el cuello durante periodos más largos, es una
buena idea consultar a su médico de familia o a un fisioterapeuta.
¿Cómo hace el diagnóstico el médico o fisioterapeuta?
En
la mayor parte de los casos, un problema cervical puede ser
diagnosticado mediante una exploración que puede incluir todo o parte de
lo siguiente:
Examen de los movimientos del cuello
Examen de los nervios que puedan estar atrapados
Exploración de los músculos
Exploración de los movimientos de las articulaciones de la columna, del cuello y las manos
Radiografías, escáner o análisis de sangre pueden ser necesarios para hacer un diagnóstico preciso.
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¿Cómo se trata el dolor cervical?
El dolor agudo en la base del cuello a veces desaparece sin tratamiento.
En
problemas de duración limitada se recomiendan la terapia manual (por
parte del rehabilitador o el fisioterapeuta) y analgésicos.
Para problemas de mayor duración (por ejemplo, tres o más meses) hay las siguientes opciones terapéuticas:
Fisioterapia y quiropraxis
Entrenamiento muscular intensivo
Tratamiento rehabilitador.
Ejercicio
Las
personas con músculos débiles en el cuello tienen mayor tendencia a
padecer problemas cervicales y en tales casos un programa de ejercicios
para fortalecerlos es una buena idea.Medicamentos
Las
medicinas usadas para el dolor muscular moderado incluyen los
antiinflamatorios no esteroideos. Estos son generalmente efectivos en
aquellas personas que pueden tolerarlos. Sin embargo, pueden causar
efectos secundarios en personas con antecedentes e problemas gástricos
y/o asma. Consulte a su médico si cree que esto le ocurre a usted.
Depende
de la causa subyacente del dolor. El pronóstico es generalmente bueno
si el paciente permanece activo y obtiene el tratamiento correcto sin
demora.
El
dolor a nivel cervical tiene que ver en muchas ocasiones con un mal uso
del cuerpo, las posturas incorrectas y mantenidas, en el trabajo,
frente al ordenador y en muchas otras circunstancias tienen una relación
directa como desencadenantes de este dolor.
Además de las sesiones de fisioterapia es necesario atender a las siguientes recomendaciones:
Use calor al menos tres veces al día.
Preste
atención a elementos fundamentales para la recuperación como son el
colchón, la almohada y el asiento en que pasa más horas al día.
Practique relajación, con una musculatura tensa debido al estrés las posibilidades de mejorar son escasas.
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